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NORMAS: Lo que permito y lo que no permito en mi casa

 

Hay una frase de Eva Millet que he hecho mía y sobre la que estoy preparando un post para más adelante: «mi casa no es un democracia«. Mi casa es una jerarquía, donde nuestro papel de padres, nuestra edad junto con la experiencia, nos coloca en posición y capacidad de educar, enseñar, encaminar y transmitir valores. En lo práctico: mis hijos pueden elegir si ven Doraemon o Peppa Pig, pero no pueden elegir la hora a la que se van a la cama. Tenemos una serie de normas que son de obligado cumplimento, sine qua non.

Entre semana, somos bastante estrictos en los horarios y en las normas.  Normalmente (ratio 4/5 días) los objetivos se cumplen, así que el fin de semana me relajo más. Pero nuestra santa casa es como un estación en hora punta todo el día, así que para que funcione todo, tenemos que tener claro todos qué podemos hacer y qué no.

 

LO QUE PERMITO EN MI CASA

 Jugar a fútbol con el balón de IKEA de tela. Tengo un hijo «football freak» (ya lo conté en este post) así que, para que él disfrute y no me destroce toda la casa, le compramos este maravilloso invento. La norma es que sólo se puede jugar hasta las 20:00. Después, el fútbol queda clausurado.

BALON FUTBOL JUEGOS

Balón de Ikea de cojín 3.99€

Desayunar viendo dibujos. El desayuno de lunes a viernes, cada  uno lo hacemos a una hora diferente, por eso, si a mi hijo le apetece ver dibujos, le suelo dejar. Eso sí, la norma en la comida y la cena es sagrada: ni móvil ni televisión.

Ver el fútbol el fin de semana. Si hay partido los sábados por la noche los vemos. Y lo reconozco… ya hemos visto algún partido del Real Madrid en Copa de Europa entre semana, pero de manera muy puntual.

Saltar en el sofá y las camas. No es ideal, pero es un mal menor teniendo en cuenta todo lo que pueden hacer.

Galletas después de cenar. Tampoco es ideal, pero si ha comido todo y solo, ha estado bien sentado, se ha portado de 10 y no ha masticado con la boca abierta, le premio.

 

LO QUE NO PERMITO

Comer y cenar con móvil o televisión. La cena en mi casa se sirve a las 20:00 e intentamos cenar todos juntos. Siempre que estamos todos juntos en la mesa, es sin televisión ni móviles porque ese es el momento en el que «jugamos» a decir cada uno lo mejor y lo peor que nos ha pasado en el día. Así, conseguimos saber un poco más de las emociones de Telmo, que nunca nos cuenta nada. Esta norma es sagrada para nosotros.

Comer en el sofá. Esto es SACRILEGIO. Y eso que tengo un sofá aqua clean y que vivo pegada al Cebralín desde que soy madre… pero no. En el sofá no se come ni un caramelo.

Pintar en un sitio que no sea la mesa del comedor.

Gritos. Intentando, yo la primera, que nuestra casa no parezca un manicomio, y no levantar la voz. En esta norma… ¡trabajamos todos!

Dormir más tarde de las 9. Entre semana, esta es una orden germánica. Es muy importante para ellos dormir sus horas, pero también lo es para los padres poder cenar solos y tranquilos… ¡aunque sea una vez a la semana!

 

 

¿QUÉ PASA EL FIN DE SEMANA?

El fin de semana… después de estar educando toda la semana, de normas y más normas, de que me lleven los nervios con el «come» «siéntate bien» «a la cama» «he dicho que a la cama» «¡a dormir!» dejamos los horarios germánicos, dejamos de ser estrictos en bañar, dormir… y nos dejamos llevar por los planes y por el día.

Si hemos salido al aperitivo, y al final acabamos pasando el día por ahí, con toda seguridad habré salido sin comidas y sin meriendas; no me fustigaré al reconocer que a la niña, por un día, le compraré un potito y el niño merendará alguna cosa que le compremos en una pastelería. Quiero creer que es más importante que el niño esté feliz con sus padres, a que tenga que ir corriendo a casa a ducharse a las 7; que no pasa nada porque meriende una napolitana o un helado; o porque coma y cene en la calle si es verano y hace buen día. Esto ha hecho que él entienda y diferencie cuándo tiene unas obligaciones y unos horarios y cuando no.

En definitiva, entre semana, cuido más los horarios, la alimentación y las normas. El fin de semana, tratamos de bajar el ritmo de la semana para recargar pilas, así que… vivimos SLOW. Si se nos olvida algo, si el sábado no se bañan, si llegamos tarde, o si cenan de tapas en un bar… no nos castigaremos… porque habremos sido todos felices.

 

 

 

 

 

Living la Vida Madre..Ohh Yeah...!
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3 Responses
  • Patry
    abril 20, 2018

    Claro que si! La normas son importantes pero no se pueden llevar al extremo! Los fines de semana son sagrados y tienen que estar abiertos a la improvisacion!

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