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ABUELOS. El tesoro de una familia.

Los abuelos son un tesoro. Yo me considero inmensamente afortunada de haber podido crecer junto a mis 4 abuelos, con quienes convivía fines de semana, tardes en la playa, y con quienes comía casi todos los días. Además de haberme cuidado, mis abuelos pusieron su granito de arena en mi educación y en la formación de mi personalidad. Yo, hija única, fui creada en una especia de «komuna» de padres y abuelos. Durante mucho tiempo, los unos fueron la extensión de los otros.

 

Ellos eran el punto más alto de la jerarquía de mi familia. Los que me enseñaban juegos «antiguos» (los seises, el chinchón), con una abuela cantaba canciones de Sarita Montiel, con la otra contábamos cuentos de su pueblo en Salamanca. Todo esto, me producía una felicidad inmensa.

Mis abuelos fueron un referente para mí, y seguramente, un ejemplo para mis padres ahora.

 

CONVIVIR CON LOS ABUELOS

Cuando nació mi hijo, mis suegros y mis padres se convirtieron en 4 personas diferentes. Automáticamente, se «metamorfosearon» y mutaron a su nuevo rol en la vida: abuelos. Ellos mismos lo reconocen. No es que ya no sean padres, no es que los hijos no les importen, es que con los nietos, les ha llegado una segunda juventud. Una nueva alegría.

A veces no es fácil. Ellos pueden dar opiniones que no nos gustan. Los choques generacionales surgen. Hay padres que tienen una visión de paternidad diferente a la que ellos han crecido, y eso produce fricciones con los abuelos. Por mi experiencia, podría decir que eso con el tiempo se asienta. Los padres aprendemos a no tomarnos tan en serio sus comentarios o acciones, y ellos aprenden y entienden cómo queremos hacer las cosas.

Sea cual sea la manera que uno haya pensado educar a sus hijos, todos los abuelos deberían estar presentes en la vida de los niños. Para mí, es un regalo que mis hijos pasen tiempo con ellos.

 

ALT ABUELOS

Celebración de la Navidad con mis abuelos, mi tía y mis padres… felicidad absoluta.

 

QUE PUEDEN APORTAR NUESTROS PADRES A LA VIDA DE NUESTROS HIJOS

En nuestra familia, los abuelos de Telmo y Valeria,  son muy importantes. Representan:

  1. La punta de la píramide. Están en la punta del orden jerárquico familiar.
  2. Historia. Transmiten a nuestros hijos historias de un tiempo pasado, que no conocen, y que estudiarán en el colegio. Los abuelos son el «yo estuve allí«. Mi madre no tuvo televisión en casa hasta los 10 años. Mi hijo Telmo, le mira como un extraterreste cuando se lo dice.
  3. Sabiduria. Ellos, con sus años, han pasado por muchas situaciones. Su consejo y su aplomo nos ayuda, no solo a nosotros, sino a nuestros hijos.
  4. Manga ancha. Dicen que están para malcriar, pero educan constantemente. Comparten nuestros valores ya que ellos fueron la fuente de los mismos. No viven la presión del día a día con una casa, trabajos e hijos, por lo que cuando están con los niños, se vuelcan en dos cosas: en quererles y hacerles felices. Y mientras les quieren, les hacen felices, les compran más helado del que los padres compraríamos, o más sobres de cromos… también les educan en valores y se los transmiten.
  5. Apoyo logístico. Muchos nos apoyamos en nuestros padres para que nos ayuden con los niños. Aunque no es nuestro caso, hay abuelos que dedican su día a estar con sus nietos, y si es elegido, es maravilloso. Nosotros optamos por externalizar el cuidado de nuestros hijos. Todos los abuelos trabajaban, y ahora que no lo hacen, Valeria va a empezar ya el colegio. Pero, nos dan cobertura siempre que lo necesitamos, y patrocinan nuestras escapadas. ¡Son unos valientes llevándose a los 2 niños a su casa!

A veces, las relaciones familiares no son fáciles. En todas las familias hay temas, fricciones, discusiones. Por mi experiencia, que afortunadamente ha sido buena (con algunas discusiones y matices, ¿eh?) me llevo el legado de mi suegra, que me enseñó con su ejemplo que la familia estaba por encima de todo; y el ejemplo de armonía de mi madre, siempre pendiente de su hija y sus nietos, que resuelve todo y pone paz y amor allí a donde va.

Pero además, nosotros tenemos la guinda del pastel.

 

LA BISA. EL VERDADERO TESORO. 

Mi abuela aún vive, es la bisabuela aka «la bisa». No tengo palabras para explicar lo grande que es y lo que aporta. Porque está bien, relativamente para tener casi 89 años. Pasea a mi hija, la cuida en su casa un ratito si necesito hacer algo. Nos hace tortilla de vez en cuando, y albóndigas. Está en sus plenas facultades y mis hijos la han rejuvenecido. Ellos la adoran. Les da la paga, les compra las comidas que le gustan, les cuenta las historias de su pueblo, de los animales, de cuando ella iba a arar. Ella sí que vivío toda la historia. Es testigo vivo de la Guerra Civil, la dictadura, la llegada de la democracia, los coches, los aviones, los móviles… Y todo eso, de una manera u otra, pasará a mis hijos.

 

No dejo de darles las gracias a ellos, y a la vida, por tenerles.

¡Vivan los #buenosabuelos! ¡Y la bisa!

Living la Vida Madre..Ohh Yeah...!
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2 Responses
  • Patry
    agosto 15, 2018

    Doy fe de lo afortunada que eres… 😍😍Tienes una familia maravillosa. Desde alguien que hecha michiiiiisimo de menos tanto a padres como abuelos, te aconsejo que los mimes y les demuestres tu amor día a día. Es lo que nos queda cuando se van. Un beso

    • @elisa_mamasuperplus
      agosto 16, 2018

      Cada vez soy más consciente de esto, Patry… Muchas gracias!!!!!!!!

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